El lago Bled, situado en el corazón de Eslovenia, es un verdadero tesoro natural que parece sacado de un cuento de hadas. Rodeado por majestuosas montañas y densos bosques, este lago de aguas cristalinas es famoso por su icónica isla central, coronada por una encantadora iglesia medieval. Con su mezcla perfecta de belleza natural, historia y leyendas, el lago Bled ofrece un entorno sereno y pintoresco que ha capturado la imaginación de viajeros de todo el mundo. Ya sea que busques un lugar para la reflexión tranquila o una escapada llena de aventuras, el lago Bled es el destino ideal para cualquier tipo de explorador.

¿Qué hacer en el lago Bled?

Nosotros pasamos dos tardes y cierto es que no da para mucho, pero no os preocupéis porque como os contábamos en la publicación principal volveremos a Eslovenia seguro! Y creemos que, con más tiempo, se le puede dedicar dos días completos tranquilamente.

Aquí os dejamos 8 ideas de qué hacer en el Lago Bled en dos días:

Bañarte, por supuesto!

Si es verano y hace calor.. ¡darte un chapuzón! A Lucas no hay lago que se le resista. Hay varias zonas de playa bien acondicionadas pero si no, da igual… siempte te puedes sentar en el bordillo y lanzarte al agua.

Visitar la Isla de Bled

Es una isla muy pequeñita, mide 170×90 metros. Se visita en unas pequeñas barcas típicas con un toldito de colores llamadas Pletna, que lo maneja gente local. Además es un negocio tradicional que va pasando de padres a hijos.

Importante, hasta que no se llena el barco, no sale. En apenas unos 10 minutos llegas a la isla, y una vez allí te dejan unos 45 minutos antes de volver. Son 14 € por adulto y 7 € por niño hasta 12 años (precios 2024).
Este lugar ha sido, desde siempre, un destino de peregrinación profundamente ligado a la religión. En su icónica isla se encuentra la iglesia de la Asunción de María, una joya histórica del siglo XII. Un dato curioso para quienes consideren casarse allí: según la tradición, el novio debe cargar a la novia en brazos mientras sube los 99 escalones que conducen a la iglesia. Sin embargo, para nosotros, lo más especial es la “Campana de los Deseos” que se encuentra en su interior. La tradición dice que debes tocarla tres veces mientras piensas en un deseo que anhelas ver cumplido..

Visita al castillo

Castillo Bled

Si la isla es bonita, el castillo no se queda atrás. Perchado sobre un acantilado de 150 metros de altura, al más puro estilo del Monasterio de Meteora, ofrece una vista imponente que domina el paisaje. Desde el lago, la silueta del castillo es sencillamente espectacular, y para muchos, la mejor forma de apreciarlo es desde abajo. Sin embargo, si prefieres explorar su interior, puedes subir en coche hasta el castillo, donde encontrarás un parking cercano. El precio de la entrada es de 17 € para adultos y 7 € para niños hasta 14 años, mientras que los menores de 4 años entran gratis.

Disfrutar de un paseo agradable por el lago Bled

Si tienes tiempo y energía, un paseo alrededor del lago siempre es un plan perfecto. Aunque nosotros no completamos la vuelta entera (unos 6 kilómetros en terreno llano), sí caminamos más de la mitad, disfrutando de las distintas vistas que ofrece el lago desde cada ángulo. La zona que más nos impresionó fue la parte sur, donde puedes apreciar la isla en un lado (aunque dependiendo de la perspectiva, no siempre parece una isla), el castillo en el otro, y al fondo, las majestuosas montañas que marcan la frontera natural con Austria. Es un recorrido lleno de encanto y belleza que permite disfrutar del paisaje desde diferentes perspectivas.

Alquilar un kayak o una tabla

Se puede alquilar una tabla para hacer paddle surf (30€ aprox/2 h) o un kayak, para recorrer el lago a tu ritmo y poder disfrutar de los muchos rincones escondidos que nos guarda el lago.

Busca la fotografía ideal del lago Bled

Buscar alguno de los miradores en lo alto para hacer la típica foto desde arriba. Los más recomendables son Ojstrica o Osojnica.

Garganta de Vintgar

La garganta Vintgar esta cerca y te ocupará medio día. Super recomendable
con o sin niños. Es espectacular. Os contamos en este post todo sobre esta ruta, para nosotros imprescindible!

Kremma Rezina

Si tenéis la oportunidad, no os perdáis el postre típico de la zona: la Kremma rezina, o rodaja de crema. Este dulce es un verdadero emblema en Eslovenia y, aunque a simple vista se asemeja a una milhoja de merengue, para nuestro gusto es menos empalagoso y mucho más delicioso. Está compuesto por una capa de vainilla y crema pastelera, envuelta entre dos crujientes láminas de hojaldre, y espolvoreada con azúcar glas. En algunos lugares, incluso lo sirven cubierto de chocolate en lugar de azúcar. ¡Está de muerte!

En nuestra visita a la región de los Alpes Julianos, nos quedaron pendientes algunos lugares impresionantes, como el lago Bohinj, el valle de Soča y la cascada Savica, ¡y eso solo de lo que ya teníamos apuntado! Si nos pusiéramos a explorar más a fondo, seguramente descubriríamos aún más tesoros. Esto explica perfectamente por qué sentimos la necesidad de volver.